["Artículo de opinión, Crítica “Into the forest” de Patricia Rozema, 2015" por Manuel Ágel González]
Sin una identidad clara, la cinta se construye cómo un manual de instrucciones para el fin del mundo para transformarse paulatinamente en una oda a la libertad.
Con el fin de mundo como trasfondo suficiente para mantener en vilo a la audiencia, las dos protagonista, Ellen y Eva, se tienen que hacen pronto cargo de la película para conducir a la audiencia hasta el final de la epopeya. En esta primera parte encarnan la superación y la adaptación infinita del ser humano ante los exabruptos de la vida.
Pero cuando la historia no da más de sí, se transforma de manera forzada en un canto a la libertad ascética donde el fin de la civilización es una anécdota y surge imperceptible el significado que enmarca la película, la idea central que guía sin previo aviso la voluntad de los personajes: la familia.
Se desvía del blockbuster típico para ofrecer una experiencia que produce un déjà vu constante. Revisita los espacios comunes con estilo sobrio y un montaje que conjuga los silencios a la perfección para mantener la tensión hasta el último compás.
Etiquetas
- Actualidad
- Albacete
- Albacete Balompié
- Albacete Basket
- Arte
- Ayuntamiento
- Campo
- Castilla - La Mancha
- Cine y series
- Cuenca
- Cultura
- deportes
- Descubre tus pueblos
- Entretenimiento
- Entrevistas
- Europa
- Feria 2017
- Internacional
- Libros
- Motor
- Nacional
- Noticias
- Novedades
- Opinión
- Política
- Programas
- Provincia
- Social
- Sucesos
- Tecnología
ME GUSTA
NOTICIA MÁS DESTACADA DEL DÍA
¿Has perdido algo en el ViñaRock?
/Provincia La Policía Local de Villarrobledo ha publicado en su cuenta en la red social de Twitter, @PLVillarrboledo, una imagen en la q...
Mostrando entradas con la etiqueta Cine y series. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cine y series. Mostrar todas las entradas
lunes, 19 de marzo de 2018
domingo, 12 de noviembre de 2017
Crítica de TheMyst de Frank Darabont, 2007 por Manuel Ángel González
/Cine y series
Si prestamos atención Themyst es capaz de evocar ideas más complejas de lo que a simple vista pudiera parecernos. La niebla surge de la nada y, sin previo aviso, confina a un grupo de personas de todas las edades y creencias en un espacio que les obliga a vivir en una improvisada comunidad donde las relaciones de poder se acaban por transfigurar y los principios morales se agrieta para dejar a la vista la debilidad de la naturaleza humana.
Hay dos elementos que se desvelan de manera prematura y que se puede detectar casi al mismo tiempo: uno, lo que esconde la niebla -el interrogante, que diría J. J. Abrams -, y otro, el carácter de serie B, que se percibe con diferente intensidad según el ángulo de la cámara. Pero ninguno de estos aspectos te levanta de la butaca. La trama está montada y ya nada puede evitar que esperes al desenlace.
Sin saber con certeza que partes se podrían eliminar, creo que se tendría que haber aprovechado mejor la atmósfera de angustia colectiva originada ad hoc. Tejida mediante diálogos creíbles y bien articulados, deja la impresión de que la historia se podía haber se podía haber hilado la trama de una forma más fina y sutil para haber exprimido el miedo que conduce a los protagonistas en la sucesión de escenas, dejando de lado, tal vez, cierta dosis de mística cristiana que pareciera fuera de lugar, pero que cobra sentido y le otorga la fuerza necesaria en los compases finales para acompañarnos hacia un final que, probablemente, sea el mejor punto final.
Hay dos elementos que se desvelan de manera prematura y que se puede detectar casi al mismo tiempo: uno, lo que esconde la niebla -el interrogante, que diría J. J. Abrams -, y otro, el carácter de serie B, que se percibe con diferente intensidad según el ángulo de la cámara. Pero ninguno de estos aspectos te levanta de la butaca. La trama está montada y ya nada puede evitar que esperes al desenlace.
Sin saber con certeza que partes se podrían eliminar, creo que se tendría que haber aprovechado mejor la atmósfera de angustia colectiva originada ad hoc. Tejida mediante diálogos creíbles y bien articulados, deja la impresión de que la historia se podía haber se podía haber hilado la trama de una forma más fina y sutil para haber exprimido el miedo que conduce a los protagonistas en la sucesión de escenas, dejando de lado, tal vez, cierta dosis de mística cristiana que pareciera fuera de lugar, pero que cobra sentido y le otorga la fuerza necesaria en los compases finales para acompañarnos hacia un final que, probablemente, sea el mejor punto final.
jueves, 9 de noviembre de 2017
"In Crescendo" crítica de Stranger Things 2, de The Duffer Brothers 2017
/Manuel Ángel González
Con la dificultad de enfrentarse a una primera temporada con un final que cerraba una historia fantástica sin dejar muchos cabos sueltos los guionistas han encontrado la fórmula para coger los elementos y volverlos a su favor recogiendo la magia de la anterior generando un producto igual de oscuro y tétrico donde sólo los más pequeños podrán decir si es para todos los públicos. No se puede decir que estemos ante una serie de terror, pero sin duda encontraremos momentos donde, ya sea por la ambientación, el sonido y las luces o por el trabajo de los actores, nos sintamos agitados e inquietos sobre nuestras butacas.
La nueva temporada va in crescendo desde el minuto uno. Lejos de mantener las formas, se la juega introduciendo nuevos elementos con el ánimo de agitar a la audiencia ajustando a la perfección cada secuencia para que nada desentone, todo aderezado con el estilo de los ochenta. Los nuevos personajes se funden en la historia de manera natural y las tramas paralelas guardan toda lógica para desembocar en un final que sólo puede atisbarse en los últimos compases.
No es fácil resolver la trama mientras incorporas elementos que mantengan la atención de los espectadores y aunque la resolución de algunos momentos no sea tan brillante como las expectativas lo exigen se suple con el peso que gana las relaciones que tejen los personajes entre ellos.
Con la dificultad de enfrentarse a una primera temporada con un final que cerraba una historia fantástica sin dejar muchos cabos sueltos los guionistas han encontrado la fórmula para coger los elementos y volverlos a su favor recogiendo la magia de la anterior generando un producto igual de oscuro y tétrico donde sólo los más pequeños podrán decir si es para todos los públicos. No se puede decir que estemos ante una serie de terror, pero sin duda encontraremos momentos donde, ya sea por la ambientación, el sonido y las luces o por el trabajo de los actores, nos sintamos agitados e inquietos sobre nuestras butacas.
La nueva temporada va in crescendo desde el minuto uno. Lejos de mantener las formas, se la juega introduciendo nuevos elementos con el ánimo de agitar a la audiencia ajustando a la perfección cada secuencia para que nada desentone, todo aderezado con el estilo de los ochenta. Los nuevos personajes se funden en la historia de manera natural y las tramas paralelas guardan toda lógica para desembocar en un final que sólo puede atisbarse en los últimos compases.
No es fácil resolver la trama mientras incorporas elementos que mantengan la atención de los espectadores y aunque la resolución de algunos momentos no sea tan brillante como las expectativas lo exigen se suple con el peso que gana las relaciones que tejen los personajes entre ellos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)