La Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha implantado, por primera vez, un desfibrilador automático implantable subcutáneo, un dispositivo de alta tecnología que ayuda a prevenir la muerte súbita causada por una arritmia grave sin necesidad de implantar cables dentro del corazón.
Tal y como ha explicado el doctor José Enero, coordinador de la Unidad de Arritmias, el primer desfibrilador automático implantable (DAI) supuso un gran avance en el tratamiento de la muerte súbita de origen cardíaco puesto que permite detectar la arritmia y tratarla con estimulación o descarga, permitiendo recuperar el ritmo normal del corazón y salvar la vida del paciente.
Cada vez se identifica mejor a los pacientes que tienen alto riesgo de muerte súbita. Son pacientes que o bien tienen una cardiopatía estructural, por ejemplo por infartos previos, o bien tienen una predisposición genética. En este tipo de pacientes con alto riesgo de muerte súbita por fibrilación ventricular el mejor tratamiento posible es el implante de un DAI para que genere un choque eléctrico que restaure inmediatamente el ritmo normal del corazón.
Desde hace años, los profesionales de Albacete implantan DAIs convencionales, que utilizan el sistema venoso para introducir un electrodo en el corazón. De hecho, implantan unos 60 al año, pero esta ha sido la primera vez que han implantado uno subcutáneo y han contado para ello con la colaboración del doctor Miguel Ángel Arias, coordinador de la Unidad de Arritmias del Complejo Hospitalario de Toledo, que acumula una dilatada experiencia en este tipo de dispositivos.
“Hay ocasiones en las que no hay un buen acceso venoso del paciente, existen complicaciones con electrodos previos o el paciente es muy joven. En esos casos está indicado el desfibrilador subcutáneo que se implanta, tanto el generador como el electrodo, debajo de la piel, de modo que no es necesario acceder al sistema vascular para llegar hasta el corazón”, ha comentado el doctor Enero.
Al igual que los DAIs convencionales transvenosos más modernos, el nuevo dispositivo implantado en la Unidad de Arritmias cuenta con un sistema de seguimiento remoto, lo que permite agilizar el control del dispositivo y reduce la necesidad de traslados al centro sanitario para realizar los seguimientos.
Los datos son incluidos en un programa de monitorización a distancia, en el que un pequeño transmisor que el paciente se lleva a su casa permite enviar de forma continua la información por vía telefónica hasta el centro, donde el personal de la Unidad de Arritmias la revisa y evalúa.
Este dispositivo de ‘telemedicina’ envía la información mediante conexiones automáticas o voluntarias que puede realizar el propio paciente, lo que le aporta un alto nivel de seguridad tanto para el paciente como a su entorno.
Tal y como ha explicado el doctor José Enero, coordinador de la Unidad de Arritmias, el primer desfibrilador automático implantable (DAI) supuso un gran avance en el tratamiento de la muerte súbita de origen cardíaco puesto que permite detectar la arritmia y tratarla con estimulación o descarga, permitiendo recuperar el ritmo normal del corazón y salvar la vida del paciente.
Cada vez se identifica mejor a los pacientes que tienen alto riesgo de muerte súbita. Son pacientes que o bien tienen una cardiopatía estructural, por ejemplo por infartos previos, o bien tienen una predisposición genética. En este tipo de pacientes con alto riesgo de muerte súbita por fibrilación ventricular el mejor tratamiento posible es el implante de un DAI para que genere un choque eléctrico que restaure inmediatamente el ritmo normal del corazón.
Desde hace años, los profesionales de Albacete implantan DAIs convencionales, que utilizan el sistema venoso para introducir un electrodo en el corazón. De hecho, implantan unos 60 al año, pero esta ha sido la primera vez que han implantado uno subcutáneo y han contado para ello con la colaboración del doctor Miguel Ángel Arias, coordinador de la Unidad de Arritmias del Complejo Hospitalario de Toledo, que acumula una dilatada experiencia en este tipo de dispositivos.
“Hay ocasiones en las que no hay un buen acceso venoso del paciente, existen complicaciones con electrodos previos o el paciente es muy joven. En esos casos está indicado el desfibrilador subcutáneo que se implanta, tanto el generador como el electrodo, debajo de la piel, de modo que no es necesario acceder al sistema vascular para llegar hasta el corazón”, ha comentado el doctor Enero.
Al igual que los DAIs convencionales transvenosos más modernos, el nuevo dispositivo implantado en la Unidad de Arritmias cuenta con un sistema de seguimiento remoto, lo que permite agilizar el control del dispositivo y reduce la necesidad de traslados al centro sanitario para realizar los seguimientos.
Los datos son incluidos en un programa de monitorización a distancia, en el que un pequeño transmisor que el paciente se lleva a su casa permite enviar de forma continua la información por vía telefónica hasta el centro, donde el personal de la Unidad de Arritmias la revisa y evalúa.
Este dispositivo de ‘telemedicina’ envía la información mediante conexiones automáticas o voluntarias que puede realizar el propio paciente, lo que le aporta un alto nivel de seguridad tanto para el paciente como a su entorno.
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