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domingo, 4 de marzo de 2018

"Autoentrevista Filosófica, VII" por Jesús Millan Muñoz

[Artículo de opinión, "Autoentrevista Filosófica, VII" por Jesús Millan Muñoz]

Hablamos de temas concretos, pero desde ópticas, generalmente que sería de filosofía profunda. Es decir, no dialogamos de política, sino de política real buscando cuestiones de filosofía política, y lo mismo en el resto de temas o cuestiones, sean del ámbito artístico o estético o religioso o cultural o costumbres o hábitos diferentes o ideas. Pienso, cosa que quizás otros piensen que no es verdad, pienso que en cada página escrita por mí, hay un gran error, dos o tres medianos o pequeños. Solo soy un ser de carne-cerebro y espero que alma inmortal. Por tanto, atado a multitud de errores, errores de todo tipo. Lo único que intento es buscar mejores conceptos e ideas y datos y argumentos. Pero han pasado décadas y uno, siente, que apenas ha avanzado.

P. ¿Qué somos en España o qué es España?
R. Creo que es un misterio y un enigma histórico. La gran tragedia es que si se divide la Península Ibérica en tres o cuatro o cinco Estados, en un plazo medio de tiempo, sobre España, como la historia ha demostrado hasta la saciedad caerá en un horizonte de enorme perplejidad. Por decirlo de alguna manera suave. Como la historia hasta la saciedad ha demostrado. Unidos dentro de Europa, si Europa se forma como un Estado, o fuera de Europa, si seguimos así, quizás podamos tener un futuro posible. Hoy cuándo los Estados son de mil millones de personas, ya existen Estados así, crear Estados de diez millones de habitantes es un suicidio colectivo.


P. ¿Crees que te ha ido bien en la vida o regular?
R. Eso son preguntas muy profundas y que mi sentido de la intimidad me impide contestar, pero si diré una cosa, creo que en una parte de la balanza, hay que poner, lo que uno ha trabajado y estudiado y se ha esforzado, y en otro, lo que se ha conseguido. Y al ver y percibir eso, uno tiene que ver, si la báscula está equilibrada o no lo está. Esta es la cuestión. De todas formas quejarse sirve de algo, tenemos la suficiente empatía para entender y comprender el esfuerzo y el trabajo y la buena voluntad del otro.

P. Dicen que ha realizado y construido una obra literaria y filosófica, una obra, que en su parte escrita, una obra de un único título, de un único autor, no antología de textos, no formada por diversos autores, que sería una de las tres más extensas en número de palabras, que se sepa del lenguaje castellano o español, posiblemente de Europa, y quizás una de las cinco más extensas del mundo. Qué puede decir de esto.

R. Sin contar la dimensión plástica, que forma una unidad, es una única obra, con la dimensión escrita. Que solo con lo escrito es verdad esto, al menos con los datos que se disponen hasta el momento.

Lo grave y la tragedia, es que la comunidad cultural y educativa y universitaria, de mi época y tiempo, de mi provincia, localidad, región, sociedad, Estado, a nadie o a casi nadie prácticamente le interesa. Es una perplejidad o paradoja, incluso admitiendo que esta obra, en su dimensión escrita o plástica, sea mediocre, solamente por la enorme cantidad de trabajo, de temas, de estilos, de tendencias, de preguntas, de opiniones, de lenguajes, de posibilidades, no tenga un pequeño lugar en la cultura humana. Que al final, que es la cultura, un enorme espejo o caleidoscopio donde nos miramos, cada uno en un trozo de la realidad.

P. ¿Y cómo se explica esto...?
R. No lo sé, prácticamente, no está ni indicada en un diccionario o directorio, sea regional o sea nacional, una pequeña recensión en alguna o algunas revistas culturales, que existen o han existido a docenas o cientos en estos cuarenta años en lengua española, o de Europa.

Es un enorme misterio y enigma, incluso aunque se acepte que es la obra más mediocre del mundo, que no tenga ningún valor, este producto cultural, como arte plástico, ni como filosofía, ni como literatura, ni como teología, ni como nada, que una obra así, al menos de esa extensión, sea una obra desconocida en todo. Incluso habiéndola enviado, parte o gran parte de ella, sin exagerar a miles de personas, miles y miles, de personas, instituciones, entidades de todo tipo, personas de todos los oficios culturales, de mi región, de mi sociedad o Estado, de mi continente, incluso de América y otros lugares del mundo.

No duele el fracaso solo por vanidad y soberbia, ni siquiera por no obtener nada de tanto trabajo o casi nada, sino que uno siente y piensa, que tanto trabajo cultural hecho, no va a servir para nadie, no va a alimentar a nadie, y quizás, algunas partes, algunas preguntas podrían servir a otros seres humanos, de hoy o de mañana. Y cuándo se pierda o destruya del todo, para qué va a servir para nada, ni siquiera para los especialistas.

P. ¿Qué pensar o qué hacer?
R. No lo sé, me temo que parte de la obra plástica, que forma una unidad con la parte escrita, se estará ya destruyendo y perdiendo, ya que está desde hace lustros por el mundo, y lo escrito lo hará en los próximos lustros. Y al final, apenas quedará nada de nada. Y por tanto, no se podrá ver, el gran edificio mental que era esta obra. Al final, uno tiene que preguntarse, lamentablemente, si ha perdido la vida, intentando seguir un sueño de avance y progreso cultural, que no ha tenido, una materialización en la enseñanza, porque solo he trabajado unos años en dicho sector, ni tampoco en la creación cultural, que en el fondo no ha servido para nada, ni para nadie. Ni siquiera para que critiquen ideas y proyectos y preguntas y cuestiones, que sirva para hablar y dialogar.

En muchos sentidos en el ámbito de la cultura y de la educación me siento que he fracasado. No puedo decir otra cosa, porque creo que es así... Mi trabajo apenas figura en ningún directorio, en ningún diccionario, en ninguna antología o en casi ninguna, no ya de mi país, ni siquiera de mi región, salvo alguna excepción... ¡Quizás me debería haber dedicado a vender y comprar de algo, sean tomates o sean de otras cosas, y no a la búsqueda e investigación cultural, especialmente, en los campos del arte plástico, de la filosofía y de la literatura, esta es la verdad más profunda que siento...!

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