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Seguimos recorriendo la provincia con rutas de senderismo de la Diputación Provincial de Albacete, tras el parón estival, llegamos hasta el Campo de Montiel, un escalón geográfico que conecta La Mancha llana con las serranías de Alcaraz, Segura y Cazorla. Se extiende al este de la provincia de Ciudad Real y al oeste de la provincia de Albacete, siendo las Lagunas de Ruidera el punto medio.
La ruta se celebró este sábado, 2 de septiembre, y era la vigésimo quinta ruta senderista de las 38 rutas que la Diputación organiza dentro de la IV Edición de Rutas de Senderismo. La ruta se denominaba “Ruta del Quijote en El Bonillo: Quiteria y Camacho”, con un recorrido lineal de unos 12,9 kilómetros de distancia, con una dificultad baja, que comenzaba a las ocho de la mañana, desde “Cuarto Camacho” en la carretera que une El Bonillo y Munera y con una duración aproximada de cinco horas.
El Bonillo es pueblo Cervantino, la mayor parte de los estudiosos e historiadores literarios que a lo largo del tiempo han querido situar a Don Quijote de La Mancha en los pueblos y enclaves por donde transitó han colocado el famoso pasaje de las Bodas de Camacho (segunda parte de la novela, capítulos XIX al XXII) en el término municipal de El Bonillo. A la vez que recordamos al caminante esta imaginativa y didáctica historia del Caballero de la Triste Figura sobre el poder del ingenio y el amor frente al poder del dinero, queremos presentarle nuestro pueblo, El Bonillo, y la comarca natural en donde se encuentra: El Campo de Montiel.
Tras el saludo de Damián García, concejal del ayuntamiento de El Bonillo, y Antonio Sánchez, técnico de medio ambiente, quien sería nuestro guía y maestro durante la ruta, alrededor de las 8:30 horas comenzamos la marcha, que discurrirá por altitudes entre 900-1000 metros, el punto de inicio, en la carretera que une El Bonillo y Munera, donde nos dejaría el autobús. Desde ahí caminamos hasta llegar al “Cuarto de Camacho”. El cielo estaba cubierto y hacía un poco de frío, aunque al empezar a movernos pronto se nos pasó.
La marcha va por un camino rodeado de algunas encinas, que se salvaron del clareo para campos de cultivo, cereal de secano principalmente, aunque también se ven jóvenes almendros.
Vamos descendiendo por varios cotos de caza, el monte cada vez más espeso y con gran cantidad de conejos y algún jabalí que salen despavoridos a nuestro paso demuestran que es buena zona para ello. Llegamos a otra zona las cañadas formadas por ríos y arroyos.
Zonas verdes con grandes chopos, espinos y gigantescas nogueras nos hacen descubrir la proximidad del agua, y encontraremos algunas formaciones clásicas de “bosque de galería”.
El camino se estrecha, en monte de encinas cada vez más cerrado, arroyo arriba, tras cruzar un riachuelo llegamos a la Cueva de los Caleros. Se trata de un enclave con encanto, con pequeños cortados rocosos rodeados de encinar, donde aprovechamos para almorzar.
Tras el descanso comenzamos ascendiendo, dejando la cañada, seguiremos subiendo por una de las zonas de monte mejor conservado de El Bonillo, las aspas de los molinos empiezan a aparecer y llegamos hasta su misma base, que por encontrarse en la cota más alta, apreciamos la inmensidad de este parque eólico.
Comenzamos el descenso por un denso bosque de encinas con alguna sabina, aunque al poco tramo recorrido lo abandonamos y podemos apreciar la belleza del Campo de Montiel, con tapices de colores ocres de los campos de cereal, manchados por el verde de alguna encina, con un cielo azul, ya despejado, con blancas nubes; belleza natural.
Nos encontramos en la estepa cerealista, terreno llano, rodeados de tractores haciendo su labor, y donde en situaciones menos escandalosas se pueden apreciar avutardas, el ave más voluminosa que puede volar y que encuentra aquí su habitad.
Entramos en una zona ya sin nada de monte y donde en periodos de lluvias se forman lagunas llamadas “navas o navajos” llegamos así a la parte final de la ruta, en “Casa Quiteria”, junto a la nava de Navalcudia, en la carretera que comunica El Bonillo y Lezuza.
Desde aquí, ya en bus, nos dirigimos al del Campo de Golf que se encuentran en El Bonillo, donde estuvimos practicando en sus las fantásticas instalaciones y donde nos sorprendió más de uno con su gran habilidad con este deporte, aunque otros no tanto.
Tras la comida visita guiada al conjunto histórico-artístico formado por Plaza Mayor, Ayuntamiento, Iglesia, Museo Parroquial y Rollo-Picota.
Bonita ruta, rememorando el Quijote en su segunda parte, donde recorrimos distintos entornos dentro de una misma zona y descubrimos las maravillas de nuestros municipios y que ha hecho disfrutar a los 50 participantes de esta actividad, gracias a la iniciativa de la Diputación Provincial de Albacete.
La siguiente cita será después de la Feria de la capital, el sábado, día 23 de septiembre, en Nerpio, “Ruta El Zarzalar” de 10,5 kilómetros de distancia en el Cañón del Taibilla
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