El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha publicado el Informe del consumo de alimentación en España 2015. Recopila diversos estudios como el "Panel de consumo alimentario en hogares", el "Barómetro del Clima de Confianza del Sector Agroalimentario", el "Panel de consumo de bebidas frías fuera de los hogares", las "Variables de consumo extradoméstico", y el "Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en hogares" que se incluye como novedad este año.
El informe se inicia con un análisis de la población y el número de hogares, un factor clave en la dimensión del consumo de la alimentación y su evolución. Sus cifras constatan una disminución de la población española en los últimos cinco años del 1,27%, pasando de 47.021.031 personas en 2010 a 46.423.064 en 2015. También se aprecia un incremento significativo de hogares de menor tamaño, unipersonales formados por un joven o un adulto independiente.
En cuanto a los datos generales, de acuerdo con el informe, el gasto total en alimentación en España en 2015 ascendió a 99.037 millones de euros, con un incremento del 1,01% sobre la cifra de 2014, rompiéndose la tendencia a la baja registrada en el último año. Esto ha sido posible gracias al buen comportamiento de la demanda de alimentación y bebidas para el consumo tanto dentro como fuera de los hogares.
El consumo en los hogares
El gasto total de los hogares españoles en alimentación ha ascendido a 67.043 millones de euros, lo que supone el 67,7 por ciento del gasto total.
Por categorías, destaca la importancia de los productos frescos en la alimentación de los hogares, que suponen el 41,3 por ciento del volumen total consumido y un 44,5 por ciento del presupuesto total destinado a la alimentación.
Por tipos de productos, destaca el crecimiento del consumo de alimentos como los frutos secos (+2 por ciento), la pasta (+1,5 por ciento), los derivados lácteos (+1 por ciento) y las frutas y hortalizas transformadas (+0,9 por ciento).
La bollería, pastelería, galletas, cereales y productos navideños han mantenido un consumo estable en 2015.
Sin embargo, en otros alimentos como el aceite, la leche líquida, la carne, el pescado, el pan, las frutas frescas, las hortalizas frescas, las patatas, las legumbres y los huevos se constata un descenso en el consumo durante 2015.
En cuanto a las bebidas, los datos muestran un aumento en el consumo de los vinos tranquilos con DOP, los vinos con IGP, el agua envasada y las bebidas espirituosas, y un descenso en el caso de los vinos espumosos (incluido Cava) y vinos gasificados con DOP, los vinos sin DOP/IGP, y las bebidas refrescantes.
Hábitos de compra
Respecto a los establecimientos de compra, el supermercado es el canal preferido por los consumidores para realizar sus compras, representando el 44,1% de las compras de productos de alimentación. Sin embargo, los hogares españoles prefieren acudir al comercio especializado para adquirir productos frescos.
.La compra por internet de productos de alimentación va incrementándose año tras año y, durante 2015, un 10,8 por ciento de los consumidores declaró haber realizado alguna compra de alimentos y bebidas a través de la red. Este canal incipiente de compras para el hogar representa el 0,8 por ciento de las compras totales, por lo que se puede considerar un canal aún con alto potencial de desarrollo.
En relación con los hábitos de compra, la salida de la crisis se percibe en un descenso tanto en el porcentaje de consumidores que elaboran una lista antes de realizar las compras de alimentación como en el porcentaje de consumidores que manifiestan haber modificado su forma de cocinar / comprar para aprovechar mejor los productos y contribuir al ahorro.
En cuanto a la importancia de las marcas, destaca la fidelidad de los consumidores que, en un 71,5 por ciento de los casos, declara comprar siempre las mismas marcas de alimentación. Por otra parte, las marcas del distribuidor mantienen una representatividad notable puesto que casi 8 de cada 10 consumidores declaran comprar algún producto con la marca propia del establecimiento.
En relación a los datos de consumo por tipo de hogar, destaca la importancia de los hogares formados por retirados que representan el 23,2 por ciento de los hogares. Los retirados se caracterizan por un consumo de productos frescos y productos de la dieta mediterránea superior a la media de los hogares españoles. Son más afines a productos tradicionales y en su dieta incluyen aquellos productos que les ayudan a cuidar su salud y lograr una dieta equilibrada.
El panel incluye además, una visión del consumo y del gasto por Comunidades Autónomas. De estos datos se desprende que por encima del consumo medio per cápita (656,7 kg/l) se sitúan, entre otras, Cataluña (723,3), Cantabria (717,5), Islas Baleares (703,4), Aragón (692,5) e Islas Canarias (690,7), en tanto que Extremadura (610,5), Castilla La Mancha (611), Andalucía (616,5) y Comunidad de Madrid (618,4) son las que reflejan menor consumo.
En cuanto a la evolución del gasto, cuya media en España es de 1.502,9 euros, las Comunidades que destacan son Cataluña (1.766,3), País Vasco (1.763,3) y Cantabria (1.703,7). Por su parte, Castilla La Mancha (1.271,9), Extremadura (1.275), Andalucía (1.301,8), Islas Canarias (1.394,3) y Región de Murcia (1.440,5) son las de menor gasto per cápita.
El consumo fuera de los hogares
Durante el año 2015, el gasto total en consumo alimentario fuera del hogar ascendió a 31.994 millones de euros. Esta cifra es el resultado de los 6.601,8 millones de visitas que efectuaron los españoles a los establecimientos de restauración y del gasto medio de 4,85 euros por comensal en cada visita.
En comparación con el año anterior, supone un ascenso del 1,2 por ciento en la cifra de ventas como resultado, principalmente, del ligero aumento tanto de las visitas como del ticket medio. Por tanto, 2015 marca el inicio de la recuperación de la restauración en España con una ganancia neta cercana a los 400 millones de euros.
Los datos muestran como los restaurantes de servicio completo (a la carta y menú) concentran prácticamente la mitad de las ventas del sector.
Asimismo, en 2015 se ha estabilizado el número de ítems por comanda, situándose en 2,6. Estas comandas con menos productos sobre la mesa cada vez más sustanciales, suponen además platos y bebidas más caros.
Como datos más relevantes del estudio cabe destacar los siguientes:
Los hogares españoles tiran 1.325,9 millones de kg de alimentos a la basura anualmente (25,5 millones de Kg semanales).
De esta forma, la proporción del desperdicio en los hogares españoles es del 4,53% sobre el total alimentación comprado por los hogares españoles. No se desperdicia en la misma proporción lo que se compra, existiendo diferencias significativas por productos.
8 de cada 10 hogares tiran alimentos a la basura (sin procesar) por no considerarlos en buen estado. Frutas, verduras y pan fresco, son los alimentos más desechados, representando el 48,1% del volumen de desperdicios.
Menor es el desperdicio de alimentos una vez preparamos el producto. De esta forma, 3 de cada 10 hogares tiran parte de las recetas que preparan a la basura, siendo mayor la cantidad que se desperdicia de la nevera que del plato.
La estacionalidad se hace patente en la basura: tanto en ingredientes sin cocinar, como en platos preparados. En primavera - verano se desperdicia un 9,4% más que en otoño-invierno.
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