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lunes, 30 de abril de 2018

El tiempo acompaño en las dos Rutas Senderistas de la Diputación celebradas en Peñas de San Pedro y Madrigueras

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Este sábado y domingo, días 28 y 29 de abril, tuvieron lugar otras dos nuevas rutas de senderismo, dentro de la actividad que organiza la Diputación Provincial de Albacete para promocionar tanto el turismo, como el deporte y la cultura de nuestros pueblos.

Peñas de San Pedro

Por un lado, el sábado visitaron Peñas de San Pedro y varias de sus pedanías, degustando sus ricos embutidos, y por otro el domingo se desplazaron, aunque con peor tiempo, hasta Madrigueras para caminar desde allí hasta el Júcar. 

Recorrieron la ruta “Peñas de San Pedro-Roble”, lineal, de 18 km de distancia, de dificultad baja y cinco horas de duración.

Comenzaban a las 09:00, desde la Plaza Mayor de Peñas, ya con buena temperatura, dirección Sur hacia a la pedanía de El Sargal, por el antiguo camino que unía Alcaraz con Peñas, un camino en buen estado. Poco a poco iban cogiendo algo de altura. Desde el mismo camino verían una espectacular imagen del pueblo con las torres de Ayuntamiento e iglesia en primer término y destacando ante el resto de construcciones, aunque no con la inmensa peña con el castillo encima de ella, bella estampa.


Se despidieron del pueblo y continuaron ruta hacia el oeste, mirando hacia la izquierda pudieron comprobar por qué a Peñas se le denominaba la puerta de la Sierra ya que es aquí donde termina la llanura de la Mancha y se divisa la Sierra, lo que queda patente durante todo el recorrido.

Trascurría el camino cómodo entre almendros, cereal verde y monte bajo, lo que hace un bello contraste. Al llegar al kilómetro 4 llegaron a “El Sargal” (pedanía abandonada, donde se encuentra uno de los nacimientos de agua que hay en el municipio) siguieron por un camino dentro de la Rambla, encajonados entre pinares quedando a la derecha un camino que se dirige a la Casa de los Clérigos, Peña de El Roble y El Sahúco.

En la fuente del Yodo, donde se encuentra un depósito de agua para la posible extinción de incendios, pararon a almorzar y degustar, cortesía del Ayuntamiento, un amplio surtido de sus famosos embutido de Peñas, con fresca bebida.

Continuaron por un camino hasta llegar al antiguo corral de pastores de la Pardina, de ahí cruzando la Peña del Roble para ir directamente a la aldea del Roble, donde solamente vive un matrimonio, lugar donde encontraron un lavadero tradicional, una encina milenaria, y un refrigerio refrescado en el canal que pasa por ahí.

La ruta a pie se daba por concluida y tocaba coger el autobús, de regreso a Peñas de San Pedro, donde visitaron la Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, el templo parroquial que se llamó inicialmente de Santa María de la Mayor Esperanza y Santa Librada Mártir, en honor a la Virgen de la Esperanza y a Santa Librada, cuyo martirio en la cruz está representado en la cúpula.

Tras la comida visitaron el castillo de Peñas de San Pedro considerado uno de los enclaves defensivos más importantes de la provincia, y que desde muchísimos puntos de esta se puede identificar.


Madrigueras

Ya el domingo en Madriguieras, pero con peor temperatura que el día anterior, con el cielo cubierto y lloviznando, recorrieron la “Ruta de El Torcío”, lineal, de 18 km y dificultad media.

La ruta comenzaría a las 09:00 horas, desde Madrigueras hasta Motilleja, observando una mota situada en el término de Madrigueras, un yacimiento arqueológico del bronce e ibero-romano, la Morrica. Salieron del municipio entre distintos cultivos de regadío en busca del rio Júcar, escenario principal de la ruta.

Siguiendo río abajo contemplaron los distintos tipos de vegetación. El cauce del río se hace cada vez más abierto por la acción erosiva de las aguas. El recorrido es río abajo en dirección este, al acercarse al cauce del río Júcar pudieron observar la riqueza de la vegetación. El valle del Júcar, encajado como está en la llanura manchega, constituye un ejemplo de bosque de ribera. Este bosque constituye una frontera entre el medio acuático y el medio terrestre, con una gran biodiversidad. En las zonas más cercanas al agua se encuentran los sauces, álamos, chopos y fresnos, etc. Junto a ellos la orla de vegetación formada por especies arbustivas como zarzamoras, rosales silvestres, etc.

En las alturas, en cambio, allí donde no hay cultivos, se encuentran especies arbóreas como la encina y los pinos y arbustos como la coscoja, torvisco, retama, etc. En la zona de la umbría la humedad se conserva mejor y la temperatura es más fresca, los que da lugar a una vegetación muy diferente: zarzamoras, rosales silvestres, espinos albares, madreselvas y clemátides. Piedras y árboles están cubiertos por líquenes y musgo.

Así llegaron hasta el puente de los Frailes, donde aprovecharon para almorzar. Cruzando por él y por la carretera, dieron un giro río arriba, casi todo el paisaje está cultivado, salvo los pinares, que se van haciendo más abundantes conforme se acercan al Torcío. Destacan las típicas explotaciones agrarias en torno a una casa, como Los Licenciados, llamadas aquí “aldeas”, equivalentes a los cortijos de otros lugares. Este tipo de explotación se remonta a las villas de época romana, pues no lejos de aquí se han encontrado restos de una de ellas.

Ya en el Torcío, paraje llamado así por el gran meandro que traza el río el Júcar, prestamos atención a las distintas casas, antaño habitadas. Cerca vieron la central hidroeléctrica, con su interesante arquitectura. Más allá el cauce se estrecha y son abundantes las cuevas naturales aprovechadas para uso humano. El camino les lleva entre un paraje de vegetación mediterránea (con predominio del pinar) hasta cerca del puente de Cuasiermas. En la confluencia de dos torrentes y unos manantiales se encuentra el paraje de Cuasiermas, de nuevo en el término de Madrigueras, donde a la altura del puente se ven restos de sillares de época romana, reutilizados en el antiguo molino de Cuasiermas.

Desde aquí, ya en autobús, se desplazaron de nuevo a Madrigueras para tras la merecida comida visitar la Iglesia Parroquial de San Pedro y San Pablo, templo barroco levantado entre 1777 y 1780 y construido por arquitecto José Martín de Aldehuela, el templo consta de nave única , una portada principal y dos laterales y capillas laterales comunicadas entre sí.

Dos fantásticas rutas con preciosos paisajes en esta época primaveral, que pudieron disfrutar los cien participantes de esta actividad, que tanto éxito ha tenido en anteriores ediciones, organizado por la diputación Provincial de Albacete.

Las siguientes salidas volverán a ser dos: una el sábado 5 de mayo, con la prueba “Laguna de Pétrola”, de dificultad baja y 15 km de distancia; y otra el domingo día 6

en El Bonillo, denominada “Ruta del Quijote (Quiteria y Camacho)”, de 13 kilómetros de distancia, dificultad media-baja y unas cuatro horas de duración.

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