Agentes de la Policía Nacional han detenido a cuatro personas como presuntas autoras de un delito de tráfico de drogas y de pertenencia a grupo criminal. Los detenidos habían instalado dos centros de cultivo de Cannabis Sativa en sendas viviendas unifamiliares ubicadas en dos municipios de Madrid y Toledo, que a su vez también se habían convertido en un punto negro de venta de marihuana, donde los agentes se incautaron de un total de 1700 plantas.
Las investigaciones comenzaron hace mes y medio, después de recabarse diversos indicios que apuntaban a la existencia de un grupo criminal integrado por varias personas de origen suramericano que estarían dedicándose al cultivo y venta de Marihuana.
La fase final de la operación tuvo lugar el pasado 1 de marzo, cuando los investigadores realizaron tres registros domiciliarios, dos de ellos en las viviendas que estaban habilitadas como centros de cultivo y en las que se incautaron 1.700 plantas de cannabis sativa, además de numeroso instrumental.
De los cuatro detenidos, tres de ellos fueron puestos a disposición judicial, decretándose el ingreso en prisión provisional del máximo responsable de este grupo criminal.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes adscritos al Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Toledo.
De los cuatro detenidos, tres de ellos fueron puestos a disposición judicial, decretándose el ingreso en prisión provisional del máximo responsable de este grupo criminal.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes adscritos al Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Toledo.
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