/Albacete
Una de las muchas señas de identidad de este Alba es su pundonor, coraje y tremenda personalidad. El Alba es un equipo que mantiene una presión alta para robar lo más cerca del área rival posible, y así atacar con velocidad y decisión.
Y una de las mejores muestras de esa personalidad y arrojo es su enorme capacidad de reacción ante los golpes rivales. Se volvió a comprobar este fin de semana ante CD Lugo, en el que tras llevar el protagonismo en la primera parte y tener grandes ocasiones, el equipo que se adelantó fue el local, en el minuto 57. Lejos de desmoralizarse por verse detrás en el marcador de manera inesperada, los nuestros redoblaron esfuerzos, sacaron la garra y la personalidad que les caracteriza y de nuevo reaccionaron rápidamente. Así,en el minuto 61, empatábamos por medio de Dani Rodríguez. En un campo difícil ante un rival potente, el Alba igualaba enseguida y no permitía que el partido se escapase.
Y no es el único encuentro en lo que eso ocurrió. En la 22º jornada, en el partido ante Granada CF, el conjunto Nazarí empató en el minuto 49 un partido que controlaba el Alba tanto en marcador como juego. Y de nuevo los nuestros volvieron a reaccionar con una entereza encomiable. Solo dos minutos después, Aridane cabeceaba el 2-1 final.
Y hay más ejemplos como en el primer partido de Enrique Martín, Ante Lorca FC, en el que los lorquinos empataron en el minuto 83. Y en 87 un gol de Dani Rodríguez nos daba una victoria importantísima.
Lo mismo ocurrió en la primera victoria de la temporada ante Real Oviedo, en la que los asturianos se adelantaron en el marcador en el minuto 66. Rápidamente el equipo se repuso y empató al poco, en el minuto 70, para acabar remontando el partido.
Esta personalidad es algo que tanto jugadores como cuerpo técnico han alabado y saben que es uno de los puntos claves para estar situados en la mejor posición en la tabla clasificatoria de la temporada.
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