Del 16 al 18 de junio se celebran en Lezuza las V Jornadas de Recreación Histórica Iberorromanas de Libisosa, un ambicioso proyecto cultural que abarca actividades tan diversas como recreaciones de la vida cotidiana en un campamento romano y luchas de gladiadores, visitas guiadas al yacimiento, degustaciones gastronómicas, audiovisuales, y, este año por primera vez, un pequeño, pero selecto mercado romano donde se pueden conseguir regalos excelentes para el anfitrión de la próxima cena, para sobornar al senador o asegurarse de los favores de la dama adorada.
Si no vives cerca o no te interesa la arqueología, probablemente no le suena el nombre de Lezuza, o Libisosa, como llamaban el pueblo en tiempos antiguos. Sin embargo, Lezuza cuenta con unos de los yacimientos más importantes de España, donde el equipo de la Univesidad de Alicante ha encantrado y catalogizado más de 100.000 piezas que datan desde el siglo V a.C., hasta la Edad Media. Libisosa era tan importante por su situación geográfica en el cruce de rutas importantes entre Complutum (Alcalá de Henares), Toletum (Toledo), Emerita Augusta (Mérida), Corduba (Córdoba) y Carthago Nova (Cartagena).
El mercadillo romano promete ser un verdadero encuentro de artesanos, porque la organización de esta actividad está en manos de Amata, una asociación de artesanos que se dedica desde hace más de veinte años a la organización de ferias de artesanía. Anuncian sus eventos con las palabras "Artesanía de Autor®" para garantizar que en todos los puestos el autor de los productos esté presente. Todo lo que se vende en este mercado está hecho por el mismo artesano (¡sin ayuda de esclavos!): plata, cristal, madera, cuero, cerámica, telas - todo trabajado cuidadosamente para satisfacer el gusto del patricio más exigente. Varios maestros artesanos estarán trabajando en sus puestos, para que el público pueda observar la destreza, la paciencia y el cariño con los que realizan sus piezas. Se puede observar al soplador de vidrio, al alfarero en su torno, a la encuadernadora que nos enseña cómo hacer papel. El zapatero nos muestra cómo se hacen zapatos romanos, la tejadora trae su telar de alto lizo, y se hacen demostraciones de teñir telas con productos naturales. Otro artesano está convirtiendo cuernos y huesos en cucharras o peinetas, colgantes y arnillos orginales.
Para los niños habrá un carrusel mitológico, unos juegos de mesa y varios talleres participativos de artesanía en los que pueden hacer su propia hoja de papel, un cuenco de barro, una lámpara de aceite o un monedero y llavarlo a casa. Y una artista encantadora animará el mercado con pasacalles en zancos, cuentacuentos y, por las noches, un espectáculo de fuego.
El mercado abre el viernes 16 de junio a las 7 de la tarde; el sábado los puestos abren de las 11 de la mañana hasta medianoche y el domingo vuelven a abrir de 11 a 15 horas o más tarde.
Si no vives cerca o no te interesa la arqueología, probablemente no le suena el nombre de Lezuza, o Libisosa, como llamaban el pueblo en tiempos antiguos. Sin embargo, Lezuza cuenta con unos de los yacimientos más importantes de España, donde el equipo de la Univesidad de Alicante ha encantrado y catalogizado más de 100.000 piezas que datan desde el siglo V a.C., hasta la Edad Media. Libisosa era tan importante por su situación geográfica en el cruce de rutas importantes entre Complutum (Alcalá de Henares), Toletum (Toledo), Emerita Augusta (Mérida), Corduba (Córdoba) y Carthago Nova (Cartagena).
El mercadillo romano promete ser un verdadero encuentro de artesanos, porque la organización de esta actividad está en manos de Amata, una asociación de artesanos que se dedica desde hace más de veinte años a la organización de ferias de artesanía. Anuncian sus eventos con las palabras "Artesanía de Autor®" para garantizar que en todos los puestos el autor de los productos esté presente. Todo lo que se vende en este mercado está hecho por el mismo artesano (¡sin ayuda de esclavos!): plata, cristal, madera, cuero, cerámica, telas - todo trabajado cuidadosamente para satisfacer el gusto del patricio más exigente. Varios maestros artesanos estarán trabajando en sus puestos, para que el público pueda observar la destreza, la paciencia y el cariño con los que realizan sus piezas. Se puede observar al soplador de vidrio, al alfarero en su torno, a la encuadernadora que nos enseña cómo hacer papel. El zapatero nos muestra cómo se hacen zapatos romanos, la tejadora trae su telar de alto lizo, y se hacen demostraciones de teñir telas con productos naturales. Otro artesano está convirtiendo cuernos y huesos en cucharras o peinetas, colgantes y arnillos orginales.
Para los niños habrá un carrusel mitológico, unos juegos de mesa y varios talleres participativos de artesanía en los que pueden hacer su propia hoja de papel, un cuenco de barro, una lámpara de aceite o un monedero y llavarlo a casa. Y una artista encantadora animará el mercado con pasacalles en zancos, cuentacuentos y, por las noches, un espectáculo de fuego.
El mercado abre el viernes 16 de junio a las 7 de la tarde; el sábado los puestos abren de las 11 de la mañana hasta medianoche y el domingo vuelven a abrir de 11 a 15 horas o más tarde.
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