Me ha llamado la atención la iniciativa de poletika.org ( http://poletika.org/es/ ) donde se comparan los programas de los diferentes partidos acompañados de un resumen general de sus propuestas. Me ha parecido un trabajo interesante sobre todo por el hecho de que la ciudadanía puede fiscalizar de una manera más accesible las diferentes propuestas de los partidos.
Este trabajo de supervisión y seguimiento de las propuestas tendría más sentido si la ciudadanía tuviera mecanismos eficaces para poder revocar del cargo a quienes no cumplieran con los proyectos electorales como si ocurre, por poner un ejemplo, al azar, con Venezuela, donde se puede revocar a los cargos elegidos por votación popular ( http://www.2001.com.ve/en-la-agenda/128080/sepa-cuales-son-los-requisitos-para-solicitar-un-referendum-revocatorio.html ). Al no tener estos mecanismos resulta un tanto absurdo votar a un partido por su programa pues sólo nos podemos encomendar a la buena voluntad de los ejecutivos para poner en marcha las leyes. No sólo no tenemos mecanismos para cambiar la situación política sino que restringen nuestras posibilidades de protesta y de expresar nuestra disconformidad gracias a la aprobación de la “ley mordaza” denunciada por diferentes asociaciones y colectivos como, por ejemplo, “Jueces para la Democracia” ( http://www.cuatro.com/las-mananas-de-cuatro/2015/junio/29-06-2015/Bosch-seguridad-ciudadana-ciudadanos-gobierno_2_2011305077.html ) Aquí podéis ver un resumen de la ley ( http://magnet.xataka.com/preguntas-no-tan-frecuentes/que-es-y-como-te-podria-afectar-la-ley-mordaza )
Este asunto de la fiabilidad de los programas se agrava si tenemos en cuenta que después de la aprobación del artículo 135 de la Constitución los presupuestos del estado quedan supeditados al cumplimiento del déficit, es decir, al pago de la deuda, cuestión que no sólo depende de la situación del estado español y de las políticas que aplique, sino que depende en parte de las políticas de la Unión Europea y a la fluctuación de los mercado, y cuya medición depende también según los datos que se tomen como vemos en el siguiente post ( http://economistasfrentealacrisis.com/que-es-el-deficit-estructural-y-por-que-no-debe-estar-en-una-norma-vinculante/ ). Entonces, muchas de las políticas que se pueden llevar a cabo y que se deben plasmar en los presupuestos del estado quedan supeditadas a este pago de la deuda.
Esto es especialmente grave en materia de educación. Voy a dar algunas notas para completar la comparación de los programas electorales.
Según el documento de trabajo de la Comisión Europea para Febrero de 2016 ( http://ec.europa.eu/europe2020/pdf/csr2016/cr2016_spain_es.pdf ) dos de los principales retos a los que se enfrenta España en materia de educación es el descenso de las tasa de fracaso escolar, que se sitúan en un 21,9% en 2014, y un aumento de la cualificación, ya que un 34,4% de personas entre 25 y 34 años y un 61,4% entre 55 y 64 años no han alcanzado, al menos, el grado de Educación Secundaria, la mínima titulación que se se supone debe tener una persona para poder incluirse en el entramado laboral. Esto se traduce en menos posibilidades de acceder a un puesto de trabajo, mayor tiempo de desempleo en tiempo de crisis y situarse en un espacio de vulnerabilidad social y económica.
Esto no se consigue sólo con un “gran pacto por la educación”, sino que hacen falta políticas sociales que otorguen una seguridad a las familias y a los estudiantes, que permitan la continuidad en sus estudios. Como señalan Fernández y Rodríguez en este artículo ( http://asp-research.com/sites/default/files/pdf/me1416%20juanj%20y%20jc.pdf ), el fracaso escolar se asocia a las variables socioeconómicas de las familias, dato apoyado del mismo modo por el informe de la Comisión Europea. Incluso el gasto por alumno en educación no es tan importante como señala Martínez García ( http://www.ase.es/rase/index.php/RASE/article/view/113 ) ya que llegado a un punto del gasto esto no se traduce en mejoras considerables. Como vemos en el informe de la Comisión Europea a pesar de la generación de empleo, la pobreza, la desigualdad y la exclusión social han aumentado, donde los menores de familias con menos ingresos son el grupo más amenazado.
Otro reto señalado es el papel del profesorado y su importancia en el desarrollo de la educación. Con la aprobación de la LOMCE el gobierno del PP ha avanzado hacia un modelo más centralizado, segregador y mercantilista, donde la autonomía del profesorado y los centros, así como de las familias, ha ido en detrimento. Esto se puede ver en las evaluaciones externas para las cuales los profesores tienen que preparar a los estudiantes, las diferentes concreciones curriculares, las presiones de las evaluaciones externas como PISA o el papel gerencialista del director. El reto supone una mayor autonomía y empoderamiento de los centros, el profesorado y las familias. El posible “gran pacto educativo” debe moverse en esa dirección. Entonces, ese gran pacto no pertenece tanto a los políticos, sino a la ciudadanía.
Al analizar los diferentes programas en relación a los principales retos educativos te encuentras una serie de propuestas y declaración de intenciones que parecen que están más para rellenar papel que para ser llevadas a cabo, donde encuentras una gran cantidad de incongruencias o que se dirigen a perpetuar el modelo que tenemos. El PP habla de equidad cuando la LOMCE es claramente segregadora, hace referencia a introducir contenidos en el curriculum en el apartado de mejora de la condición docente ( ¿? ). Ciudadanos hablad premiar a los buenos profesores que es claramente una medida para la mercantilización del trabajo docente a la vez que das por hecho que hay profesores buenos y malos. C's también habla de la “gestión” de los centros o de los diferentes itinerarios y “pasarelas” para los estudiantes, en la línea de la LOMCE. En cuanto al PSOE sus propuestas apenas enamoran: habla del MIR docente, el pacto y la laicidad de la escuela pero sin ahondar en sus propuestas y luego deja ver un discurso donde tiene cabida la palabra “excelencia”, que al no definirla y estar en un programa “progresista” no sabemos muy bien por donde irán los tiros (excelencia de unos poco, de todos, ….) y la evaluación de los profesores y la gestión de los centros, que, de la misma forma, no sabemos por donde puede ir esta propuesta, aunque suena a algo que ya hemos visto en la LOMCE. En el caso del PSOE sólo nos quedaría fiarnos, pero teniendo en cuenta los últimos movimientos, como su pacto con Ciudadanos, y el discurso orientado hacia posiciones gerencialistas y mercantilistas, no insufla mucha confianza.
Eso si, tanto PP, como C's y PSOE hablan de la importancia de un gran pacto nacional por la educación. Pero ninguno ha sido capaz de mencionar al “Documento de bases para una nueva Ley de Educación. Acuerdo social y político educativo” que supone, al menos, una base para un pacto entre la ciudadanía, los profesionales de la educación y los representantes de los partidos, que podéis visitar aquí ( https://porotrapoliticaeducativa.org ) y podéis descargar el libro de estas propuestas aquí ( http://www.leadquaed.com/docs/LOMCE/Manifiest.pdf )
Sólo Unidos Podemos hace referencia a este documento como base para desarrollar una nueva política educativa. Esto, junto con las políticas de seguridad social para la población, hacen que Unidos Podemos se pueda llevar el aprobado que le otorga la web de poletika.org. Las mejoras a llevar a cabo no sólo depende de un pacto educativo sino de una serie de medidas capaces de aminorar las desigualdades entre los que más y los que menos tienen y establecer medidas para proteger a las familias de los estudiantes y a los propios estudiantes que les permitan alcanzar unos niveles de enseñanza y capacidad que les permitan incluirse en el entramado social, laboral, cultural y político.
Por último decir que este posible pacto no debe contener sólo una serie de propuestas y acciones que supongan un cambio con las políticas educativas actuales sino que debe ir acompañado de un debate filosófico, pedagógico y social sobre el tipo de sociedad que queremos construir. Esto es especialmente importante para poder esclarecer el sentido de la práctica educativa por parte de los diferentes actores. No se trata de hablar de una sociedad de justicia o democrática sino de entender que entendemos por justicia social y democracia.
Manuel Ángel González
@capitanparidas
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