El Servicio de Seguridad y Salud de la Dirección Provincial de Economía y Empresas está impartiendo un taller desde el pasado mes de octubre para concienciar a los empleados públicos de la importancia de la seguridad en el trabajo y una buena alimentación como medio para mantener la salud. Este taller, que está siendo muy participativo, con más de 40 personas, terminará el día 28 de abril, con motivo del Día Europeo de la Seguridad en el Trabajo. Una formación que se encuentra inmersa en la Campaña Europea de Trabajos Saludables en cada edad.
Este curso es un ejemplo del compromiso de la Administración Autonómica con respecto a la salud y el bienestar físico y mental de los empleados públicos. Como indica la Organización Mundial de la Salud: “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Este programa aprovecha la campaña de trabajos saludables en cada edad, promovida por la Agencia Europea, para crear espacios de aprendizaje e intercambio de conocimientos. Favorecer una buena alimentación, utilizar en los recorridos al trabajo medios saludables, gestionar el estrés y favorecer el autocuidado. En definitiva, tomar conciencia de nuestros hábitos de salud.
El curso consiste en tres sesiones a la semana. Los martes se dan clases de yoga, el miércoles meditación y una vez al mes, los jueves, charlas sobre alimentación saludable, éstas últimas a cargo de el Jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, Francisco Botella.
En este sentido, el doctor Botella está formando a los empleados públicos en la importancia de una buena alimentación. “El hambre no es sólo fisiología, es un hábito cultural”, suele decir y remitiéndose a su gran maestro, Enrique Rojas, padre de la Nutrición Científica en España, “no hay nada más nuevo que lo que está olvidado”. La dieta mediterránea está inventada desde el año 170 después de Cristo y no es otra cosa que hacer de la necesidad, virtud. Por eso, en términos generales, hacer ejercicio, comer 5 piezas de fruta o verdura al día y consumir productos integrales siguen siendo tres buenas recomendaciones de alimentación sana.
Igualmente, durante sus charlas ha querido insistir en el peligro de los spots publicitarios y los etiquetados parta una correcta alimentación. Como ha indicado en otras ocasiones, “el 41% de los anuncios están dirigidos al público infantil y además el mensaje siempre es el mismo, consumir y consumir, arrastramos la cultura del fast-food”. La evolución humana tiende hacia la obesidad y la diabetes, “el ser humano está programado para que nos guste más la grasa y el azúcar”, explica Botella pero puede combatirse, al igual que hay desterrar “aquellas falacias pseudocientíficas que prometen curar el cáncer o adelgazar con productos milagrosos”. De hecho, las curaciones mágicas pueden poner en peligro la salud de los pacientes.
Este curso es un ejemplo del compromiso de la Administración Autonómica con respecto a la salud y el bienestar físico y mental de los empleados públicos. Como indica la Organización Mundial de la Salud: “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Este programa aprovecha la campaña de trabajos saludables en cada edad, promovida por la Agencia Europea, para crear espacios de aprendizaje e intercambio de conocimientos. Favorecer una buena alimentación, utilizar en los recorridos al trabajo medios saludables, gestionar el estrés y favorecer el autocuidado. En definitiva, tomar conciencia de nuestros hábitos de salud.
El curso consiste en tres sesiones a la semana. Los martes se dan clases de yoga, el miércoles meditación y una vez al mes, los jueves, charlas sobre alimentación saludable, éstas últimas a cargo de el Jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, Francisco Botella.
En este sentido, el doctor Botella está formando a los empleados públicos en la importancia de una buena alimentación. “El hambre no es sólo fisiología, es un hábito cultural”, suele decir y remitiéndose a su gran maestro, Enrique Rojas, padre de la Nutrición Científica en España, “no hay nada más nuevo que lo que está olvidado”. La dieta mediterránea está inventada desde el año 170 después de Cristo y no es otra cosa que hacer de la necesidad, virtud. Por eso, en términos generales, hacer ejercicio, comer 5 piezas de fruta o verdura al día y consumir productos integrales siguen siendo tres buenas recomendaciones de alimentación sana.
Igualmente, durante sus charlas ha querido insistir en el peligro de los spots publicitarios y los etiquetados parta una correcta alimentación. Como ha indicado en otras ocasiones, “el 41% de los anuncios están dirigidos al público infantil y además el mensaje siempre es el mismo, consumir y consumir, arrastramos la cultura del fast-food”. La evolución humana tiende hacia la obesidad y la diabetes, “el ser humano está programado para que nos guste más la grasa y el azúcar”, explica Botella pero puede combatirse, al igual que hay desterrar “aquellas falacias pseudocientíficas que prometen curar el cáncer o adelgazar con productos milagrosos”. De hecho, las curaciones mágicas pueden poner en peligro la salud de los pacientes.
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